REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
Tribunal Sexto de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Iribarren de la Circunscripción Judicial del Estado Lara
Barquisimeto, diecisiete de junio de dos mil veinticinco
215º y 166º
ASUNTO: KP02-V-2025-000921
DEMANDANTE MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-19.263.387.-
ABOGADA ASISTENTE DEL DEMANDANTE: MIGLENI MIREYA MEDINA GARCIA, inscrita en el I.P.S.A bajo el Nº 186.771.-
DEMANDADA: MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-7.424.112.-
ABOGADO ASISTENTE DEL DEMANDADO: ALCIDES RAMON HERNANDEZ M., inscrito en el I.P.S.A bajo el N° 153.428.-
MOTIVO: RECONOCIMIENTO DE DOCUMENTO PRIVADO.
SENTENCIA: DEFINITIVA.-
I
NARRATIVA
Se inició el juicio mediante libelo de demanda presentada en fecha 30/04/2025 Documentos (U.R.D.D) del Circuito Civil de Barquisimeto, y previo el sorteo de ley correspondió conocer de la causa a este Tribunal.-
Por auto de fecha 09/05/2025, se admitió la presente demanda, por no ser contraria a las buenas costumbres al orden público o alguna disposición expresa en la Ley, y se ordenó el emplazamiento de la parte demandada, la ciudadana MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-19.263.387, para que compareciera en el lapso correspondiente a dar contestación a la demanda.-
En fecha 20/05/2025 comparece por ante este Tribunal la ciudadana: MARIA DE LOS ANGELES DORANTES QUINTERO, ya antes identificada solicitando se libre boleta de citación a la ciudadana: MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, ya antes identificada, En fecha 23/05/2025, este Tribunal acuerda lo solicitado y ordena librar compulsa de citación, En fecha 27/05/2025 comparece por ante este Tribunal la alguacil Dilcia Colmenarez, quien expone: que se trasladó a fin de notificar a la ciudadana MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, ya antes identificada, quien recibió y firmo, En fecha 04/06/2025 comparece por ante este Tribunal la ciudadana MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula N° V- 7.424.712, asistida por el Abg. ALCIDES RAMON HERNANDEZ M., inscrito en el I.P.S.A bajo el N° 153.428, donde expone que da por notificada en el presente asunto, En fecha 11/06/2025 este Tribunal tiene por vista y ordena agregar a los autos, En fecha 12/06/2025 MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cedula N° V- 7.424.712, asistida por el Abg. ALCIDES RAMON HERNANDEZ M., inscrito en el I.P.S.A bajo el N° 153.428 expuso que se da por NOTIFICADA en el asunto, reconoce de manera fehaciente el contenido y su firma en el documento privado de contrato de COMPRA-VENTA efectuada con la ciudadana MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-19.263.387, al lapso de comparecencia para así darle celeridad y no dilatar el proceso de RECONOCIMIENTO DE CONTENIDO Y FIRMA que como partes reconocen y certifican; acordando éste Tribunal agregarlo a los autos para que surta los efectos correspondientes y se da por terminado el presente asunto.-
II
MOTIVACION PARA DECIDIR
En primer lugar es necesario ahondar un poco en cuanto a lo que la normativa legal y doctrina han establecido referente al reconocimiento de documento privado, por tal motivo prevé el artículo 450 del Código de Procedimiento Civil, que el instrumento privado puede ser reconocido a través de demanda principal, la cual deberá tramitarse por los cauces del procedimiento ordinario.-
Con respecto a los límites tanto de la pretensión como de la contestación en causas como la de marras, el autor Ricardo Henríquez La Roche, en su obra “Código de Procedimiento Civil”, Tomo III. Segunda Edición. Ediciones Líber. Caracas, 2.004, pp. 456 y 457, apuntó lo siguiente:
1. Al igual que en la acción principal de tacha de falsedad (Art. 440), la demanda de reconocimiento de firma postula una pretensión mero declarativa…El juicio discurre según la norma, por el procedimiento ordinario. El reo debe en la contestación a la demanda, limitarse a reconocer
o desconocer la firma. Si la reconoce, se allana a la demanda…Si por el contrario, el demandado desconoce la firma (sea suya o de un causante o representante suyo) en el acto de contestación a la demanda, la instrucción de la causa quedará circunscrita a demostrar, a través del peritaje caligráfico, que la firma si es auténtica.
2. En semejantes condiciones, el no menos reconocido jurista Emilio Calvo Baca, en su obra “Código de Procedimiento Civil de Venezuela”, Tomo IV. Ediciones Libra. Caracas, 2.000, pp.396 y 397, señaló lo siguiente: La demanda pidiendo el reconocimiento privado, debe cumplir con los requisitos señalados en el artículo 340 Código de procedimiento civil, el accionado en su contestación, deberá limitarse a reconocer o a desconocer la firma, si la reconoce termina la litis, si, en cambio la desconoce, la parte demandante asume la carga de la prueba de la autenticidad del instrumento…”
La actuación de las partes en casos como el que nos ocupa, debe girar únicamente en torno al hecho del reconocimiento o desconocimiento de la firma plasmada en el documento, de allí, que no le es dado a las partes discutir en el transcurso del proceso, consideraciones de fondo inmanentes al documento objeto de la pretensión, razón por la que el procesalista Ricardo Henríquez La Roche, tal como se desprende de la cita que antecede, afirmó que la demanda postula una pretensión mero declarativa, pues, en criterio de esta sentenciadora, el artículo 444 del Código de Procedimiento Civil, no prevé otra circunstancia fáctica, que el reconocimiento o el desconocimiento de la firma plasmada en el documento mismo, quedando así circunscrita igualmente la actividad del Órgano Jurisdiccional, a declarar reconocido o no el instrumento en cuestión.”
Antes de pasar a decidir es importante hacer las siguientes consideraciones doctrinales: El reconocimiento es la declaración o confesión que hace el emplazado de alguna obligación a favor de otro, o de algún instrumento privado que otorgó y tiene por objeto hacer que los instrumentos tengan plena validez en el juicio a promoverse o en el promovido si se pide dentro del juicio. Reconocido un instrumento privado, o si se declara debidamente reconocido, tiene para las partes y sus sucesores las mismas consecuencias y eficacia que un instrumento público. El reconocimiento es indivisible y tiene la misma fuerza contra el reconocedor y contra el presentante del instrumento. Es expreso cuando lo hace el obligado y tácito cuando se manda dar por reconocido en rebeldía o silencio de la parte.
Ahora bien, en el caso bajo estudio, la parte actora interpuso la demanda a fin de que la ciudadana MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, ya antes identificada, reconociera en su contenido y firma el documento privado y con fundamento en lo establecido en el artículo 450 del Código de Procedimiento Civil, donde se marcan las pautas procesales para la debida tramitación del caso en comento, se remite al juicio ordinario, establecido en el artículo 444 y 448 del citado Código Adjetivo citado, por lo que el tramite habido se encuentra ajustado a derecho. Y ASI SE DECLARA.-
De igual manera, debemos tener en cuenta que el reconocimiento es la declaración o confesión que hace el emplazado de alguna obligación a favor de otro, o de algún instrumento privado que otorgó y tiene por objeto hacer que los instrumentos tengan plena validez en el juicio a promoverse, o en el promovido si se pide dentro del juicio.-
Cuando el instrumento privado se produce con el libelo de demanda, la oportunidad para su desconocimiento es en el acto de contestación de la demanda, sin embargo, si la parte no hace uso de su derecho a desconocer el documento, o si lo hizo extemporáneamente y precluyó su oportunidad procesal, se entiende que el instrumento ha sido reconocido tácitamente. El Tribunal Supremo de justicia, en sentencia reiterada, ha sentado el concepto de documento privado en los siguientes términos:
“…Como es de doctrina, en la expresión: “instrumentos o documentos privados” se comprenden todos los actos o escritos, que emanan de las partes, sin intervención del registrador o de algún otro funcionario competente -requerida en el documento público o auténtico- y que se refieren a hechos jurídicos a los cuales pueden servir de prueba; y la condición esencial de la existencia de todo documento privado es la firma estampada en él de la persona a quien se opone. Con esa especie de documento pueden pues, probarse todos los actos que la ley no requiera su constancia en documento público, o no revista de solemnidades especiales; documentos esos que sólo tienen validez si son reconocidos o tenidos legalmente por tales.” (Sentencia de fecha 26 de mayo de 1952).
En este orden de ideas, se observa que los demandados reconoció el contenido y la firma del documento anexado al libelo, por tal motivo este Juzgador considera necesario declarar reconocido el documento objeto de la presente acción, de conformidad con lo establecido en el artículo 444 del Código de Procedimiento Civil. -
III
DISPOSITIVA
Por todos los razonamientos anteriormente expuestos este Tribunal Sexto de Municipio Ordinario Ejecutor de Medidas del Municipio Iribarren de la Circunscripción Judicial del Estado Lara administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, y con base en los artículos 444 y 450 del Código de Procedimiento Civil, DECLARA CON LUGAR LA DEMANDA DE RECONOCIMIENTO DE INSTRUMENTO PRIVADO incoada por la ciudadana: MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, en contra del ciudadano: MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO, (ampliamente identificada en el fallo). En consecuencia, se declara reconocido el presente documento:
Yo, MARITZA COROMOTO QUINTERO ROMERO venezolana, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de identidad Nro. V.- 7.424.112, por medio del presente Documento declaro: Doy en venta pura y simple, perfecta e irrevocable a la ciudadana: MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, venezolana, mayor de edad, de este domicilio, titular de la cédula de identidad Nro. V.- 19.263.287, un inmueble de mi propiedad construido sobre terreno ejido constituido por una Casa ubicada en la Urbanización Rotary del Oeste, Avenida 3, casa N° 157, Municipio Iribarren del Estado Lara. El terreno sobre el cual se encuentra ubicada la Casa tiene una superficie de CIENTO OCHO METROS CUADRADOS (108 MTS2) y alinderado así: NORTE: Casa N° 158 propiedad de Carlos Silva; SUR: casa N° 156 propiedad de Yamileth Ochoa; ESTE: Casa N° 167 propiedad de Antonia Pérez; OESTE: Casa N° 46 propiedad de Carlos Torres. El citado inmueble me pertenece por haberlo adquirido en la Fundación Regional de la Vivienda (Funrevi). El precio de esta venta es por la cantidad de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL BOLIVARES EXACTOS (Bs. 250.000), los cuales declaro recibir a mi entera satisfacción, por medio de dos cheques del Banco de Venezuela signados con los Nros. 71001428 y 46001429. Con el otorgamiento de este documento hago la tradición legal del bien vendido a la compradora y me obligo al saneamiento de Ley. El referido inmueble nada adeuda por impuestos municipales, y servicio públicos domiciliarios. Y yo, MARIA DE LOS SANGELES DORANTES QUINTERO, ya identificada, declaro: Acepto la venta que se me hace en los términos expuestos. Se hacen dos tenores a un solo efecto en Barquisimeto a los catorce días del mes de Octubre del año Dos Mil Quince.-
No hay condenatoria en costas dada la naturaleza de la decisión de conformidad con lo previsto en el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.-
PUBLÍQUESE, REGÍSTRESE Y DÉJESE COPIA CERTIFICADA, del presente fallo, de conformidad con lo establecido en el artículo 248 del Código de Procedimiento Civil.
Dada, sellada y firmada en la Sala de Despacho del Tribunal Sexto de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas del Municipio Iribarren de la Circunscripción Judicial del Estado Lara. En la ciudad de Barquisimeto, a los Diecisiete (17) días del mes de Junio de 2.024. Años: 215º de la Independencia y 166º de la Federación.-
El Juez,
Abg. Hilarión Antonio Riera Ballestero. La Secretaria,
Abg. María Eugenia Rincones Yajure.
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